30 de marzo de 2009

KILÓMETRO CERO

Parece que se cumplen nuestras peores expectativas de que el Ayuntamiento iba a aprovechar los fondos estatales de inversión local para alicatarnos hasta el techo Madrid. No es de extrañar, pertenece a la cultura común y generalizada que impera en el interior de España. Consiste en desear pavimentar cada centímetro cuadrado de nuestro entorno habitable, como pensando sólo qué fácil es pasarle una fregona de vez en cuando, y así evitar cualquier tipo de maleza, que lo único que hace es atraer bichos y gastar agua... Me resulta difícil describir mejor ese sentir popular tan de la España profunda, pero quién no ha constatado esa mentalidad.


Parece que se cumplen nuestras peores expectativas de que el Ayuntamiento iba a aprovechar los fondos estatales de inversión local para alicatarnos hasta el techo Madrid. No es de extrañar, pertenece a la cultura común y generalizada que impera en el interior de España. Consiste en desear pavimentar cada centímetro cuadrado de nuestro entorno habitable, como pensando sólo qué fácil es pasarle una fregona de vez en cuando, y así evitar cualquier tipo de maleza, que lo único que hace es atraer bichos y gastar agua... Me resulta difícil describir mejor ese sentir popular tan de la España profunda, pero quién no ha constatado esa mentalidad.

De la intervencion, no valoraré la infografía, pues habla por si sola. Tan sólo empezaré a imaginar las impresiones de un futuro turista global de visita a Madrid por pongamos la celebración de unos juegos olímpicos en 2016. Si llegara en avión vería un desierto, en todo el entorno de la T4 y toda la zona este de Madrid hasta la peineta (con la excepción de La Moraleja y próximamente de Valdevebas, de los que hablaremos en otro post) . Pero si llega en el AVE transeuropeo es probable que emerja en plena puerta del sol, es decir, en el kilometro 0 de este pais.Cero acogedor, otro desierto de emociones.

Cuando la puerta del Sol aun era un confín de Madrid, y puerta del Levante de La Villa y Corte, estaba adornada por un sol que le dio nombre. El sol que representa el centro en torno al cual todo gravita, como lo fue la ferrea centralidad de Madrid en toda España. Y hallámonos en el centro de este centro. Pues vayamos al centro de la cuestión.

La intención de casi peatonalizar la plaza me parece correcta. Desgraciadamente de hecho, es la única intención en toda la intervención de Gallardón, igualar las rasantes entre las calzadas, y restringir el tráfico. De habérsela planteado seriamente, y dejando de lado el pobre lavado de cara que pretende acometer, se habría encontrado con una de las intervenciones mas complejas posibles del diseño urbano de Madrid. Sobre sus reformas siempre ha habido un encarnizado debate, que ha trascendido el debate estético al debate político, como fue con las estupendas farolas supositorio de la época Barranco, rápidamente sustituidas por farolas fernandinas de pega por Manzano.

Los factores a considerar, en la propuesta, mas que formales, o funcionales, deben atender a un contexto sociológico. Deben ser capaces de ayudar a recuperar, y propiciar la vida en el centro de la ciudad.

En el Siglo de Oro, en la Puerta del Sol estaba el principal mentidero de la villa, que no era sino una gran escalinata de un convento, donde se reunían los madrileños con sus dimes y diretes, y se forjaba la opinión sobre los temas del momento. Eso que ahora acapara la televisión. Hoy en dia es mas una plaza donde uno quiere atravesarla a toda prisa, sorteando perseguidos hombre-anuncio de negocios usureros, y sudando la gota gorda bajo un sol dorado de justicia.

Poca gente apostaría por una intervención verde que permitiera el crecimiento de especies vegetales en ninguna medida. En un momento dado Manzano puso madroños en unas macetas enormes de madera, que parece que se han hecho buen lugar en la plaza. Sobre tantos forjados, tan solo crecen en maceta, no queda tierra. Al fin y al cabo la Plaza es un gran queso gruyere, es la azotea de un nudo de comunicaciones internodal. Pienso que el madroño es un arbol ideal para este lugar, por su sentido simbólico, por sus dimensiones adecuadas, y por su belleza, todo un arbolito autóctono. Pero habría que estudiar con seriedad su ubicación y los contenedores de tierra a emplear.

Observemos un grabado de 1862 en el que la plaza tenía una gran fuente en su centro. Si comparamos su aspecto con el actual fotomontaje presentado por el ayuntamiento, apreciamos que en grabado la elección del punto de vista es poderosamente más atractivo. La contemplamos desde dentro, y la uniformidad urbanística de su parte curva nos la realza sintiéndonos acogidos por el orden de la plaza. En un punto estratégico de su parte central, que se presenta como eje focal de la calle del Arenal se yergue una fuente geisser de potente y afilado caudal, que parece la espita de una válvula desenfrenada en el incesante trafico de calesas, caballerizas y peatones que la atraviesan.

La lámina presenta una imagen mas atractiva de lo que será la entrada a Madrid tras la reforma por parte de un turista del futuro, y mucho mas fresca para uno del pasado.


Sería imprescindible resolver con calidad y eficacia las bocanas de las estaciones subterráneas con la piel de la plaza. Para el que perdió la fe en las intervenciones de los arquitectos que recuerden los ascensores de Palacios en la Red de San Luis, o el metro de Oporto de Soto de Moura, etc. y que olviden las setas de cristal modelo metro-sur para escaleras y ascensores del metro junto a los cines Callao. También sería conveniente olvidarse los tristes pastiches y las forjas imperantes.

Me gustaría saber de una vez quien y como va a realizar la estación subterránea del AVE de sol. Desconozco cualquier aspecto del proyecto. Lamentaría que se acaben haciendo como las del Ayuntamiento de Madrid para la Puerta del Sol. Y lo que parece es que sólo están coordinadas en el plazo de su finalización.


carLos

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